1. Crea un espacio para la atención plena. Busca un espacio tranquilo en el que no te molesten durante al menos 20 minutos (yo intento dejarlo al menos una hora). Acomódalo con algo que tenga significado para ti y te aporte una sensación de paz. Para mí, es música instrumental, luz natural (o una iluminación suave por la noche), una o dos piedras o cristales favoritos, mi esterilla de yoga y un bolster o cojín. Para los fines de un ritual de quema, también llevo conmigo una concha de abulón o recipiente resistente al fuego, una barra de Palo Santo (o una barra de salvia blanca), un encendedor, un bloc de notas y un bolígrafo.
Para todas las prácticas, normalmente empiezo con una oración de protección y guía. Limpio mi espacio y hago estiramientos de yoga para abrir mi cuerpo para la meditación. Luego hago una meditación corta. La creencia de cada persona es diferente. Para esto, diría que inicies tu práctica de una manera que esté alineada con tus creencias. Te diré que tanto la salvia como el Palo Santo tienen propiedades antibacterianas, por lo que limpiar tu espacio es una buena práctica, también a un nivel muy práctico.
2. Invoca todo lo que quieras soltar este año. Este año, elegí centrarme en las emociones.
- Ira: permite que surjan los recuerdos que provocan ira. Pueden ser recientes o del pasado. No intentes dirigir los pensamientos, solo sé consciente… permítete sentirlos y luego déjalos ir.
- Miedo: pide que te muestren los miedos que impiden el progreso en este momento de tu vida. Observa qué pensamientos salen a la superficie y luego sigue adelante.
- Vergüenza/Bochorno: esto implica más que situaciones embarazosas, sino momentos del pasado en los que tu comportamiento no fue ideal. Recuérdalos y acéptalos. Luego, perdónate a ti misma.
- Pena/Tristeza: estas son las pérdidas sobre las que no tenemos control, ya sea la pérdida de seres queridos o partes de nuestra vida que disfrutamos pero que ya no podemos experimentar.
- Celos: este último es personal y puedes optar por sustituirlo por una emoción diferente. Sé que me resulta difícil sentir felicidad por alguien que parece “tenerlo todo” cuando es mezquino y siento que no se ha ganado su éxito. Sin embargo, si dejo de pensar en su éxito, también me estoy distanciando de mi propia abundancia. Recuerda situaciones de celos. Después de reconocer estos sentimientos… libéralos.
Variación: Mientras traigo mentalmente estos sentimientos a la superficie, algunas personas eligen escribir situaciones específicas. Elige lo que funcione para ti.
3. Quema esas emociones y situaciones. Enciende la varita de Palo Santo para limpiar. Elijo Palo Santo porque tiendo a ser sensible al humo y lo encuentro muy suave. Con ella digo: “Ahora dejo ir la ira, el miedo, la vergüenza y la pena, la tristeza y los celos. Me perdono por mis errores y perdono a los demás que siento que me han hecho daño. Invito a la alegría y la felicidad, la abundancia, la salud, la paz y la protección a mi vida”. Repite estas palabras o sustitúyelas por las tuyas.
Variación: Si has escrito tus pensamientos, puedes optar por quemarlos en un recipiente resistente al fuego. Si prefieres no quemarlos, también puedes triturar el papel o enterrarlo.
4. Establece intenciones para el Año Nuevo. Medita sobre todo lo que deseas para el Año Nuevo, normalmente una combinación de objetivos y elementos viables, junto con emociones positivas. Por ejemplo, si buscas más paz en tu vida, evoca esa emoción y pregúntate: “¿Dónde reside la paz en mi cuerpo? ¿Cómo se siente?”. Siéntate con ese sentimiento. Crea una lista escrita de intenciones para el año que comienza.
5. Cierra tu espacio. Cierra expresando gratitud por lo que tienes y por la guía que has recibido (de una persona o de lo Divino), y continúa con un baño purificador (con sales de baño y/o aceites esenciales).
¡Feliz Año Nuevo!